Las adaptaciones literarias siempre son algo arriesgado. Pueden hacer que te enamores aún más de tus libros favoritos, que te sean indiferentes o directamente que tu mente reprima su mera existencia. Sin embargo, cuando los autores de las novelas forman parte del proceso de creación de la película, las expectativas suben y hay más gente pendiente del producto final.

La cinta que salió en cines americanos el pasado febrero y que tiene como protagonistas a Robbie Amell (The Tomorrow People) y Mae Whitman (Las ventajas de ser un marginado) trata la relación entre Wesley y Bianca, como pasan de ser vecinos que hablan en rara ocasión a amigos por pura necesidad. Desde que en una fiesta el popular jugador del instituto llame a Bianca DUFF (Designated Ugly Fat Friend), nuestra protagonista intentará alejarse de esa etiqueta con la ayuda del primero, quien ella considera el único que ha tenido valor para abrirle los ojos y a cambio, ella le ayudaría a aprobar el próximo examen.
Sin embargo, el trato que harán se convertirá en algo más que una ayuda mutua y las incómodas situaciones que se formarán a lo largo de la película harán que sintamos tanta vergüenza ajena como sea posible.
Creo que el gran punto a favor que se lleva esta película es el traslado de los personajes de la novela a la película. No quiero relacionarlo en gran medida, ya que son dos plataformas completamente diferentes, pero he de hacerlo. Todos los que hayamos leído el libro podremos reconocer en la película cada uno de los personajes que aparecen en él, creyéndonos de verdad que han salido de sus páginas. Su sarcasmo, cinismo, inteligencia, humor... hacen de la historia algo que realmente merezca la pena ver.

En cuanto a la historia, empezaré diciendo que no se piense en The DUFF, la película, como adaptación de The DUFF, libro. No tienen absolutamente nada que ver, a excepción de los personajes. He de reconocer que en cierto modo pierde bastante con respecto al libro, ya que transforman algo que era muy innovador (La relación de follamigos de Bianca y Wesley para soportar problemas familiares) en acontecimientos que hemos visto ya en muchas ocasiones (Chico y chica que se caen mal pero el destino hace que eso cambie).
A pesar de ello es una película bastante interesante en la que te reirás en varias ocasiones con Wesley, te taparás los ojos para no ver cómo Bianca hace el ridículo y te emocionarás con el rumbo que toma el nudo en algunas ocasiones. De momento no está planeado que The DUFF llegue a nuestros cines y si alguien quiere disfrutar de ella - aunque yo recomendaría que esperásemos noticias - tendrá que arriesgarse con un ruso sin subtítulos mezclado con inglés.
María Reinoso