Autor: Maggie Stiefvater
Editorial: Ediciones SM
Año: 2013
ISBN: 978-84-6756-336-8
Páginas: 424
Precio: 14,94 €
"Cada año, la noche de San Marcos, Blue Sargent acompaña a su madre al camino de los espíritus para ver a los que morirán en los siguientes doce meses. Sin embargo, este año es distinto: Blue, la única de su familia que no tiene facultades adivinatorias, ha visto a uno de estos espíritus, y eso solo puede significar que es su amor verdadero o que lo va a matar. Él se llama Gansey y es el estudiante más rico del colegio privado más elitista de la zona, la Academia Aglionby, cuyo emblema es un cuervo que todos los estudiantes llevan bordado en el jersey. Junto a Adam, un estudiante brillante, celoso del poder económico de sus compañeros; Ronan, un chico con problemas emocionales desde la muerte de su padre, y Noah, el observador taciturno que apenas habla, forman los chicos del cuervo, y están empeñados en descubrir la ubicación de la tumba del último rey galés, Glendower, el Rey Cuervo. Blue sabe que debe mantenerse alejada de ellos, porque los chicos del cuervo siempre traen problemas. Aunque nunca podría imaginarse el siniestro y oscuro mundo que los rodea, donde la magia dejará de ser un juego para convertirse en una amenaza mortal."
Blue lleva toda su vida oyendo que matará a su amor verdadero con un beso. Para evitar el incidente hace ya tiempo que decidió apartarse de la compañía masculina, por lo que ahora sus relaciones se reducen a todas las mujeres que viven en la casa número 300 de Fox Way. Todas ellas comparten distintos poderes médium, excepto Blue. Como todos los años, Blue asiste al desfile de los muertos la noche de San Marcos, donde los espíritus de los vivos que morían en el próximo año caminan frente a una iglesia. A diferencia de las otras veces Blue sí ve a los muertos, a uno de ellos en concreto. Esto solo puede significar dos cosas: que es su amor verdadero o que ella lo matará.
Mientras Blue intenta asimilar lo visto en la noche de San Marcos; Gransey, alumno de Academia Aglionby, cuya obsesión con las líneas ley le llevó al pueblo Henrietta, continúa su búsqueda del último rey galés. Tras la noche de San Marcos el destino unirá las vidas de Blue y los chicos del cuervo (Gansey, Adam, Ronan, Noah), donde a pesar de las advertencias, Blue se verá tan atrapada por los enigmas que rodean a los chicos que se unirá a ellos en su búsqueda.
Lo primero que quiero decir respecto a mi opinión del libro es que es raro. Pero raro, raro. Es tan raro que no encuentro la forma adecuada de explicarlo, así que espero que podáis entender un poquito el cacao que tengo en la cabeza.
El libro no trata sobre la magia. O por lo menos, no magia en sí. La autora explica estos hechos "sobrenaturales" y extraños como energía. En aquellos lugares donde la energía se concentra suelen pasar cosas raras. Estos centros de energía es conocida como las líneas ley y son pocos los que tienen conocimiento de ellas. Por otra parte nos encontramos con las habitantes del 300 de Fox Way que no son brujas, sino que sus poderes están unidos a la adivinación, algo no muy tarado dentro de la literatura juvenil y sin duda un gran punto a su favor.Todo esto de la energía me volvió loca hasta que Blue conoce a los chicos del cuervo. Esto se debe a que la narración es en tercera persona, por lo tanto a lo largo del libro nos encontramos leyendo escenas de los personajes hablando sobre x tema, y al no haber ninguna tercera persona que desconoce todo lo que se está hablando es difícil ubicarse en las conversaciones. Una vez que Blue entra en el círculo de los chicos cuervo comenzamos a encajar toda esa información que la autora nos había dado con anterioridad pero que hasta entonces no se comprende. Esto me dificultó la lectura, por no hablar los líos de cabeza que me traía, pero hay que reconocer por parte de la autora una gran forma de llevarlo. Arriesgarse así puede arruinar toda la novela, pero Maggie Stiefvater lo consigue.
Sin embargo, el punto flaco del libro es su ritmo. Durante las primeras 150 páginas el ritmo es demasiado lento debido principalmente a la ausencia de acción. En estas páginas se nos presentan los personajes, que tanto los protagonistas como secundarios son muchísimos. Además nos comenzamos a ubicar un poco en la vida los protagonistas. Y aunque la autora lo intenta, no se dan grandes giros en la trama. De hecho, hay especialmente uno que se veía venir desde el principio del libro. Sin embargo, sí hay un plot twist en la última frase del libro, así que os recomiendo que si vais a leerlo no leáis la última página.
Blue me pareció una protagonista muy adorable. En ocasiones es inocente e ingenua, lo que la hace más real. Por el contrario, no llegué a apreciar el personaje de Gansey. En un capítulo vemos esa faceta de niño rico que no puede contener lo que dice y con ansias de líder; y al capítulo siguiente le vemos ensimismado por los hallazgos de la búsqueda y con una actitud completamente diferente. Ambos Gansey parecían no pegar ni con cola, así que imagino que será por la fachada que tiene. Me quedé con ganas de conocer al verdadero Gansey y espero que así sea en los siguientes libros. Adam, Ronan y Noah me gustaron cada uno de forma diferente, pero me pareció que las historias de los dos primeros justifican perfectamente su forma de ser. Hubo grandes cosas que se quedaron sin resolver y varios detalles que los vi poco claros. Cosas como cuantas las mujeres que viven en el 300 de Fox Way y cual es su parentesco, la relación de Ronan con su hermano o el verdadero motivo de la búsqueda del rey galés. También es verdad que el libro es el primero de una tetralogía, por lo que sería casi imposible dejarlo todo atado, y más aun con una trama como esta.
Aún con todo lo que acabo de contar no sabría bien identificar cual es la sensación que me ha dejado el libro, por lo que no tenía (y aún tengo) muy claro que puntuación ponerle. Finalmente me he decantado por un tres alto, aunque sin llegar al cuatro completo. La profecía del cuervo es un inicio de tetralogía que promete, con muchos enigmas y una trama poco usual, pero son precisamente estas cosas las que confunden la cabeza del lector a la hora de la lectura.
Puntuación:
Patri Alonso.
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