[RESEÑA] Aquel verano | JILLIAN & MARIKO TAMAKI


Título: Aquel verano
Autoras: Jillian y Mariko Tamaki
Editorial: La Cúpula
Año: 2014
ISBN: 978-84-15724-72-8
Páginas: 320
Precio: 24,90€
"UN VERANO INOLVIDABLE.
Rose y sus padres han veraneado en Awago Beach desde que ella era una niña. Es su escapada anual, su refugio. Su amiga Windy también está allí siempre, como la hermana pequeña que nunca tuvo, completando su familia de verano. Pero este verano es diferente. La madre de Rose y su padre no dejan de discutir, y las niñas se ven envueltas en una tragedia que se cierne sobre el pequeño pueblo costero. Es un verano de secretos y angustias, pero al menos se tienen la una a la otra."
La verdad que tenía grandes expectativas con Aquel verano, una de las novelas gráficas de las primas Tamaki. Poco a poco me fue adentrando en el último verano de Rose y Windy, y me devolvieron a una época de preadolescencia, donde nos esforzamos por ser mayores, aunque ni siquiera los adultos llegan a serlo del todo.

Rose Wallace es una chica de unos 12 años que veranea con sus padres cada año en Awago Beach. Windy vive en Awago Beach con su madre y su abuela todo el año. Ambas se conocen desde que son pequeñas, y año tras año, pasan el verano la una con la otra viviendo aventuras y contándose qué tal les ha ido durante todo el tiempo que no se han visto. 

El ambiente en casa de Rose cada vez está más viciado, sus padres discuten cada vez más y Rose tiene la sensación de que Alice, su madre, solo quiere escapar de su vida. Esto para Rose es un gran palo, pues vive con la constante impresión de que para su madre, ella y su padre son un ancla que la impiden ser libre y feliz. 

Cuando salen a dar una vuelta por el pueblo, Rose se fija en un chico mayor que trabaja en una tiendecita pequeña, el cual está envuelto en un drama sentimental, y Windy se ríe de Rose durante todo el verano porque es obvio que a Rose le llama la atención ese chico simplón y maleducado.

La trama no es el punto fuerte de la novela, sino sus personajes, especialmente Windy, Rose y su madre, al igual que las ilustraciones, un hilo conductor con un estilo muy personal. Se replantean ciertos temas que comienzan a despertar interés durante los inicios de la adolescencia y también se ven mensajes feministas dentro de sus páginas, en especial por parte de la pequeña Windy.

No me ha disgustado en absoluto esta novela: engancha, se lee con facilidad, tiene escenas realmente deliciosas para la vista, pero me ha faltado algo. Me esperaba más misterio, tal vez. Pero eso no quita que sea una lectura fresca, ligera y perfecta para el verano. Se merece 3 tinteros.

~ Laura B.

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