A todos nos gusta Halloween, ya sea por el morbo del terror o por el hecho de que puedes comer dulces sin que nadie te reproche tu edad. Y como a nosotras también nos apasiona esta festividad, os traemos una entrada especial; la reseña de uno de los cuentos de uno de los escritores por excelencia de temática de terror: H. P. Lovecraft.

Según lo que ve en el camino hacia la iglesia, todo vecino huye de aquel lugar, incluso las aves desvían su rumbo para alejarse de este, y si se le pregunta su localización procuran evitar las preguntas o salir despavoridos con terror siempre realizando un gesto extraño con su mano derecha.
El problema, es que según múltiples leyendas populares de dicho lugar, la iglesia alberga un ser maligno que huye de la luz, y que si este es despertado traerá la ruina al lugar.
Pero como se dice, la curiosidad mató al gato y Blake pica y decide entrar en la iglesia, aun sin saber las consecuencias que esto traerá al pueblo y a sí mismo.
El relato comienza algo lento, ya que se te explica la razón por la que Blake se encuentra en el pueblo y te describe minuciosamente los parajes; no obstante, esto hace que te puedas imaginar mejor la historia, así provocando un temor más acuciante. La pluma del autor, como ya es sabido, es culta y recargada, con descripciones largas sobre edificios y lugares; pero de igual manera sublime.
Una vorágine de misterio y locura se sucederán en el relato enganchando al lector por saber lo que acontecerá a continuación, sus pocas páginas y el ritmo vertiginoso que va sucediendo página tras página hará que no puedas dejar de leer por saber qué realmente habrá pasado con Blake.
Por esa razón a todos os invito que leáis este cuento en esta noche de brujas, donde el mundo de los vivos y el de los muertos se funden. Feliz Halloween.
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