Título: Rompiendo las normas
Autor: Katie McGarry
Editorial: Harlequin Iberica
Año: 2013
ISBN: 978-84-68-72749-3
Páginas: 432
Precio: Descatalogado
Me dicen que sea una buena chica, que saque buenas notas, que sea popular... No saben nada sobre mí. No recuerdo la noche que cambió mi vida. La noche en que pasé de ser popular a ser un bicho raro y marginado. Y mi familia está decidida a que siga así. Decían que la terapia me ayudaría. No se esperaban a Noah. Noah es el tipo de chico sobre el que me advertían mis padres. Pero es el único que me escucha. El único dispuesto a ayudarme a averiguar la verdad. Sé que cada beso, cada promesa y cada caricia son algo prohibido. Pero ¿Y si encontrar tu destino significa romper todas las normas?
Tras un laaaaaargo periodo de bloqueo lector - el cual he aprovechado para ver tropecientas series- exámenes, lecturas para la universidad y mucho procrastinar, decidí volver a la lectura. No se a vosotros, pero tras un gran parón necesito una historia corta, llena de tópicos y sin grandes enseñanzas cuyo único fin sea la adicción. Eso me pasó el año pasado con After y aunque funcionó su objetivo como imán, no quería seguir con su continuación. Así que rebusqué un poquito entre los pendientes de mi maravillosa recordadora, ejem, quiero decir Goodreads, y allí me topé con Rompiendo las normas.
Tras leer la sinopsis no dudé ni un minuto. Chica buena. Chico malo. Familia en contra. Problemas. Amor. Ya está. Era todo lo que necesitaba pasa salir del bloqueo. Así que me hice con un ejemplar y alé, a salir de la crisis lectora. (Por cierto, la versión en papel del libro esté descatalogado, pero podéis encontrar la versión digital en cualquier punto oficial de venta) Y ya, tras contar mis penas, voy con la reseña.
Durante los dos primeros años de instituto Echo era la envidia de todos. Era guapa, se sentaba en la mesa de las populares junto a sus amigas, salía con el chico más guapo de la clase y no se cuchicheaba nada malo de ella entre los pasillos. Pero la montaña rusa tiene que caer en algún momento, y para ella fue en el último semestre de segundo curso. Sus padres se separaron, su hermano Aires murió en una misión como marine, y por si fuera poco, sufrió un accidente que rompió con todo su futuro y que además no recuerda. Desde entonces Echo ha pasado por diversos psicólogos con el fin de desbloquear su memoria de ese día, pero ha sido imposible.
La señorita Collins, nueva psicóloga del instituto, asegura poder desbloquear su mente, por lo que Echo tendrá que asistir de forma asidua a las sesiones, pero no cree que la terapia le pueda ayudar. Está convencida de que debe reparar el antiguo coche de Aires, y para ello necesita un trabajo con el que costearlo. La psicóloga le ofrece dar clases particulares a otro alumno, y es ahí cuando aparece en juego Noah, un marginado porrero lleno de tatuajes.
Noah perdió a sus padres hace tres años a causa de un incendio. Desde entonces ha estado separado de sus hermanos pequeños y ha ido de casa de acogida en casa de acogida, y con demasiadas trabas para poder ver a sus hermanos. Noah tiene un único objeto: recuperar la custodia de sus hermanos para cumplir la promesa que les hizo y poder vivir los tres juntos. Para ello contará con la ayuda de la señorita Collins, quien le ayudará a graduarse y a recuperar a sus hermanos. Por ello Echo y Noah deberán trabajar juntos para conseguir sus objetivos. Lo que no se imaginan es que tienen más en común de lo que ellos piensan.
Como veis una premisa del todo predecible y más tras el primer encontronazo de ambos, donde él se ríe de ella con el típico chiste estúpido que le podrías hacer al alguien que se llama Echo (La pronunciación del nombre me llegó a dar dolores de cabeza hasta que lo entendí xd). Por si fuera poco el disgusto de la típica escenita de odio predecesora a la mejor historia de amor jamás contada, le siguió la vuelta de Echo al comedor, el espacio que marca tu estatus social por excelencia. Tras casi dos años de estar escondida en la biblioteca, Echo vuelve al comedor, lo que provoca rumores a tutiplén (sobre todo cuando vas con manga larga y guantes en agosto) e incomodidad con sus amigas. El acto de presencia sorprende a todos, pero aún más a su ""amiga"" Grace, quién dejó de tratar con Echo tras su accidente para no poner en riesgo su carrera al ascenso como capitana de animadores.
Y cuando pensé que los tópicos habían cesado aparece la escenita donde el chico está apunto de besar a la chica borracha. O aún mejor SPOILER cuando Echo se da cuenta de que su príncipe azul no es tan azul y aparece Noah para salvarla y comenzar una vida comiendo perdices juntos (todo esto en el baile de instituto). El caso es que la novela comenzó siendo un continuo tópico tras tópico y de verdad que no lo aguantaba. En esas páginas yo hubiera titulado a la novela como RUMORES, porque de verdad que no parecía importar ninguna otra cosa. La vuelta de Echo a la vida social y que le vieran hablar con Noah, creaba rumores, muchos rumores, que afectaban aún más a la protagonista,porque claro es más importante los rumores que circulan sobre ti qué tu vida. La verdad es que no sabía si era un intento de la autora por mostrar la superficialidad de los alumnos de los institutos o es que Echo y sus amigas eran imbéciles (aposté por lo segundo). Aunque sus amigas, Lila, Natalie y Grace solo quieren que Echo vuelva a ser la de antes.
Lo que más me molestaba es que había temas importantes que tratar como la muerte del hermano de Echo, la orden de alejamiento con su madre por culpa del accidente o su amnesia, y se hacían de rogar demasiado, pero afortunadamente aparecieron. Echo sabe que su madre fue quien le causó todas esas cicatrices que ahora tiene en los brazos y aun así la tiene idealizada, llegando a apreciarla más a ella que a su padre, un obseso con la apariencia que espera un nuevo hijo de su nueva mujer. Además se odia a así misma por las marcas del brazo, por lo que cree que nadie puede amarla.
Y aunque Noah comienza riéndose de ella, rápidamente se da cuenta de que ambos quieren lo mismo: la normalidad. Es ahí cuando comienza a florecer e amor. A través de capítulos alternos entre los dos protagonistas iremos conociendo poco a poco a estos y lo que ocurrió ese fatídico día, mientras se construye la relación entre ambos y Noah lucha por recuperar a sus hermanos.
Aunque con lo que he comenzado diciendo pueda dejar al libro de vacío, no es así. A pesar de la tardanza, el libro se introduce en temas importantes queno comentaré por no spoilerar rodean a los chicos, no se queda en ese chico malo, chica buena del que hablaba al principio. Si quitamos todos esos tópicos que embadurnan la historia nos encontramos con una novela basada en el amor, el amor adolescente, sí, pero también en el amor familiar. Además, los personajes principales junto a la señorita Collins están especialmente bien construidos.
Harán falta más de 400 páginas para que Echo y Noah se den cuenta de que la normalidad no se encuentra en volver a lo de antes, quizás haya que pasar página.Al final se me cayó alguna que otra lagrimita.
Rompiendo las normas es una novela que aunque tenga una premisa muy similar a otros libros del mismo género, termina diferenciándose una vez que quitamos esos chichés que dificultan su visión al principio del libro. Con una prosa que facilita mucho la lectura y grandes trasfondos que tardan en salir, la novela habla sobre el amor que hay entre los diversos personajes.
Puntuación:
Tras leer la sinopsis no dudé ni un minuto. Chica buena. Chico malo. Familia en contra. Problemas. Amor. Ya está. Era todo lo que necesitaba pasa salir del bloqueo. Así que me hice con un ejemplar y alé, a salir de la crisis lectora. (Por cierto, la versión en papel del libro esté descatalogado, pero podéis encontrar la versión digital en cualquier punto oficial de venta) Y ya, tras contar mis penas, voy con la reseña.
Durante los dos primeros años de instituto Echo era la envidia de todos. Era guapa, se sentaba en la mesa de las populares junto a sus amigas, salía con el chico más guapo de la clase y no se cuchicheaba nada malo de ella entre los pasillos. Pero la montaña rusa tiene que caer en algún momento, y para ella fue en el último semestre de segundo curso. Sus padres se separaron, su hermano Aires murió en una misión como marine, y por si fuera poco, sufrió un accidente que rompió con todo su futuro y que además no recuerda. Desde entonces Echo ha pasado por diversos psicólogos con el fin de desbloquear su memoria de ese día, pero ha sido imposible.
La señorita Collins, nueva psicóloga del instituto, asegura poder desbloquear su mente, por lo que Echo tendrá que asistir de forma asidua a las sesiones, pero no cree que la terapia le pueda ayudar. Está convencida de que debe reparar el antiguo coche de Aires, y para ello necesita un trabajo con el que costearlo. La psicóloga le ofrece dar clases particulares a otro alumno, y es ahí cuando aparece en juego Noah, un marginado porrero lleno de tatuajes.
Noah perdió a sus padres hace tres años a causa de un incendio. Desde entonces ha estado separado de sus hermanos pequeños y ha ido de casa de acogida en casa de acogida, y con demasiadas trabas para poder ver a sus hermanos. Noah tiene un único objeto: recuperar la custodia de sus hermanos para cumplir la promesa que les hizo y poder vivir los tres juntos. Para ello contará con la ayuda de la señorita Collins, quien le ayudará a graduarse y a recuperar a sus hermanos. Por ello Echo y Noah deberán trabajar juntos para conseguir sus objetivos. Lo que no se imaginan es que tienen más en común de lo que ellos piensan.
Como veis una premisa del todo predecible y más tras el primer encontronazo de ambos, donde él se ríe de ella con el típico chiste estúpido que le podrías hacer al alguien que se llama Echo (La pronunciación del nombre me llegó a dar dolores de cabeza hasta que lo entendí xd). Por si fuera poco el disgusto de la típica escenita de odio predecesora a la mejor historia de amor jamás contada, le siguió la vuelta de Echo al comedor, el espacio que marca tu estatus social por excelencia. Tras casi dos años de estar escondida en la biblioteca, Echo vuelve al comedor, lo que provoca rumores a tutiplén (sobre todo cuando vas con manga larga y guantes en agosto) e incomodidad con sus amigas. El acto de presencia sorprende a todos, pero aún más a su ""amiga"" Grace, quién dejó de tratar con Echo tras su accidente para no poner en riesgo su carrera al ascenso como capitana de animadores.
Y cuando pensé que los tópicos habían cesado aparece la escenita donde el chico está apunto de besar a la chica borracha. O aún mejor SPOILER cuando Echo se da cuenta de que su príncipe azul no es tan azul y aparece Noah para salvarla y comenzar una vida comiendo perdices juntos (todo esto en el baile de instituto). El caso es que la novela comenzó siendo un continuo tópico tras tópico y de verdad que no lo aguantaba. En esas páginas yo hubiera titulado a la novela como RUMORES, porque de verdad que no parecía importar ninguna otra cosa. La vuelta de Echo a la vida social y que le vieran hablar con Noah, creaba rumores, muchos rumores, que afectaban aún más a la protagonista,
Lo que más me molestaba es que había temas importantes que tratar como la muerte del hermano de Echo, la orden de alejamiento con su madre por culpa del accidente o su amnesia, y se hacían de rogar demasiado, pero afortunadamente aparecieron. Echo sabe que su madre fue quien le causó todas esas cicatrices que ahora tiene en los brazos y aun así la tiene idealizada, llegando a apreciarla más a ella que a su padre, un obseso con la apariencia que espera un nuevo hijo de su nueva mujer. Además se odia a así misma por las marcas del brazo, por lo que cree que nadie puede amarla.
Y aunque Noah comienza riéndose de ella, rápidamente se da cuenta de que ambos quieren lo mismo: la normalidad. Es ahí cuando comienza a florecer e amor. A través de capítulos alternos entre los dos protagonistas iremos conociendo poco a poco a estos y lo que ocurrió ese fatídico día, mientras se construye la relación entre ambos y Noah lucha por recuperar a sus hermanos.
Aunque con lo que he comenzado diciendo pueda dejar al libro de vacío, no es así. A pesar de la tardanza, el libro se introduce en temas importantes que
Harán falta más de 400 páginas para que Echo y Noah se den cuenta de que la normalidad no se encuentra en volver a lo de antes, quizás haya que pasar página.
Rompiendo las normas es una novela que aunque tenga una premisa muy similar a otros libros del mismo género, termina diferenciándose una vez que quitamos esos chichés que dificultan su visión al principio del libro. Con una prosa que facilita mucho la lectura y grandes trasfondos que tardan en salir, la novela habla sobre el amor que hay entre los diversos personajes.
Puntuación:
Patri Alonso.
Hola!!
ResponderEliminarEste libro lo leí hace unos meses y me encanto.
Gracias por la reseña.
Un saludo :)