Título: Lola y el chico de al lado (Un beso en París #2)
Autor: Stephanie Perkins
Editorial: Plataforma Neo
Año: 2013
ISBN: 978-84-15-75053-6
Páginas: 402
Precio: 17.00 €
"Para la diseñadora de moda en ciernes Lola Nolan, las prendas de ropa más llamativas, más brillantes, más divertidas, más salvajes, siempre son las mejores. A pesar de su estilo extravagante, Lola es una hija ejemplar y una buena amiga, y tiene grandes planes para el futuro. Todo en su vida parece bastante perfecto (incluso su guapísimo novio roquero) hasta que los gemelos Bell se mudan de nuevo a la casa de al lado. Cricket Bell ha vuelto y quiere arreglar los problemas del pasado. Y Lola deberá reconocer sus verdaderos sentimientos hacia él."
El amor es fantástico, maravilloso, pero a falta de él, la única forma que se me ocurría para meterme en esa atmósfera era volver a hincar los dientes a los libros de Stephanie Perkins. He leído muchos libros de amor (ya que hoy en día es raro el libro juvenil que no lo tiene), pero ninguna pareja la llegado a gustarme tanto como la de Un beso en parís, así que sabía que otro libro de la autora era justo lo que necesitaba.
Lola tiene tres deseos muy simples: Ir al baile de invierno vestida de María Antonieta, que sus padres le den el visto bueno a su novio y no volver a ver nunca más a los gemelos Bell. Desgraciadamente no todos los deseos se cumplen, pues un día ve como un camión de mudanza descarga en la puerta vecina, lo que solo significa que la familia Bell ha vuelto.
Lola tenía toda su vida planificada, pensaba ser diseñadora de vestuario y viajar junto a su novio roquero Max, pero la vuelta de los gemelos Bell hace que comience a cuestionarse si es eso lo que realmente quiere. Y es que a pesar del rencor, es muy difícil olvidar a tu primer amor.
Lola y el chico de al lado pertenece a la trilogía de Un beso en parís, pero a diferencia de otros libros, esta trilogía puede leerse de manera independiente. Los personajes que nos enamoraron en Un beso en París los volvemos a ver como secundarios en la vida de Lola.
Cricket Bell me ha enamorado completamente, igual que pasó con St Claire. De hecho, en más de una ocasión consigue eclipsar a la protagonista. Y es que la autora crea unos personajes redondos, en especial los masculinos. En sus novelas no nos encontramos al típico malote, chulo o deportista de étite que luego resulta tener un corazón más dulce que el de la gominola, ese tipo de personaje que ya estamos hartos de ver en la literatura juvenil. Perkins nos habla sobre esos otros chicos más tímidos como en el caso de Cricket, o carismático como St Claire, pero no por ello dejan de ser tiernos y tener su faceta nerd.
Cricket Bell es un inventor nato. Proviene de una familia con apellido de inventor, lo que le supone una presión extra. Además, su gemela Calliope Bell es competidora en patinaje artístico y su familia siempre ha girado entorno a su carrera, por lo que Cricket siempre ha quedado renegado a una segunda posición dentro de la familia Bell.
La historia resulta predecible, y mantiene los mismos patrones que su predecesora, pero eso no resta su disfrute. Durante toda la novela vemos la evolución de la relación entre los vecinos, los problemas familiares de Lola y las decisiones que debe afrontar. Sin embargo, he echado de menos conocer un poco más Lindsey, su mejor amiga, ya que tenía incluso menos protagonismo que la pareja francesa.
Lola y el chico de al lado es una novela entrañable, de las que es imposible olvidar sus personajes, y a pesar de no tener grandes giros argumentales consigue que no pares de leer hasta el final.
Lola tiene tres deseos muy simples: Ir al baile de invierno vestida de María Antonieta, que sus padres le den el visto bueno a su novio y no volver a ver nunca más a los gemelos Bell. Desgraciadamente no todos los deseos se cumplen, pues un día ve como un camión de mudanza descarga en la puerta vecina, lo que solo significa que la familia Bell ha vuelto.
Lola tenía toda su vida planificada, pensaba ser diseñadora de vestuario y viajar junto a su novio roquero Max, pero la vuelta de los gemelos Bell hace que comience a cuestionarse si es eso lo que realmente quiere. Y es que a pesar del rencor, es muy difícil olvidar a tu primer amor.
Lola y el chico de al lado pertenece a la trilogía de Un beso en parís, pero a diferencia de otros libros, esta trilogía puede leerse de manera independiente. Los personajes que nos enamoraron en Un beso en París los volvemos a ver como secundarios en la vida de Lola.
Cricket Bell me ha enamorado completamente, igual que pasó con St Claire. De hecho, en más de una ocasión consigue eclipsar a la protagonista. Y es que la autora crea unos personajes redondos, en especial los masculinos. En sus novelas no nos encontramos al típico malote, chulo o deportista de étite que luego resulta tener un corazón más dulce que el de la gominola, ese tipo de personaje que ya estamos hartos de ver en la literatura juvenil. Perkins nos habla sobre esos otros chicos más tímidos como en el caso de Cricket, o carismático como St Claire, pero no por ello dejan de ser tiernos y tener su faceta nerd.
Cricket Bell es un inventor nato. Proviene de una familia con apellido de inventor, lo que le supone una presión extra. Además, su gemela Calliope Bell es competidora en patinaje artístico y su familia siempre ha girado entorno a su carrera, por lo que Cricket siempre ha quedado renegado a una segunda posición dentro de la familia Bell.
La historia resulta predecible, y mantiene los mismos patrones que su predecesora, pero eso no resta su disfrute. Durante toda la novela vemos la evolución de la relación entre los vecinos, los problemas familiares de Lola y las decisiones que debe afrontar. Sin embargo, he echado de menos conocer un poco más Lindsey, su mejor amiga, ya que tenía incluso menos protagonismo que la pareja francesa.
Lola y el chico de al lado es una novela entrañable, de las que es imposible olvidar sus personajes, y a pesar de no tener grandes giros argumentales consigue que no pares de leer hasta el final.
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