[RESEÑA] Animales fantásticos y dónde encontrarlos

Casi todos los que nos encontramos en este mundillo, productores y consumidores de contenido, hemos crecido junto al mundo mágico de Harry Potter. El joven mago llenó de felicidad las vidas de todos los que se sumergieron en las páginas de J.K. Rowling y los fotogramas de tantos directores, y ahora ha vuelto a la gran pantalla con Animales Fantásticos y dónde encontrarlos.

En esta nueva película dirigida por David Yates –al que ya vimos en las últimas entregas de la saga protagonizada por Daniel Radcliffe– nos encontramos con Newt Scamander (Eddie Redmayne), un mago británico al que han encargado la creación de un libro que recluta a todos los animales mágicos, cómo encontrarlos y cómo cuidar de ellos. Con su publicación, pretende la concienciación sobre éstos para que los magos dejen de intentar cazarlos. Sin embargo, durante su viaje a Estados Unidos, unos cuantos animales se escaparán de su maleta y tendrá que buscarlos por todo Nueva York. 

Las autoridades mágicas de la Gran Manzana están ocupados con la investigación de aquello que asola la ciudad. Las explosiones destrozan edificios y asfalto, y cuando el MACUSA descubra lo que le ha ocurrido a Scamander al llegar a tierra, le señalarán como culpable de los males que han llenado Manhattan.

Pero antes de ello, el Hufflepuff se unirá a dos hermanas brujas, Tina (Katherine Waterston) y Queenie (Alison Sudol), y un nomaj (Muggle) llamado Kowalski (Dan Fogler) para intentar recuperar a los animales que han escapado de su maleta antes de que las autoridades se den cuenta. Será entonces cuando conozcamos un mundo lleno de criaturas no vistas hasta el momento y queramos llevarnos a casa a más de uno.

Harry Potter ha sido una de mis sagas favoritas durante años, y creo que eso ha sido un gran problema a la hora de ver la película. A la hora de ver Animales fantásticos y dónde encontrarlos hay que tratarlo como una película completamente externa, a pesar de que compartan universo.

Quizás se deba a que soy demasiado mayor para entrar en el público al que va dirigido, o a que a excepción de un par de escenas y sin tener en cuenta la calidad de los efectos especiales me ha dado la sensación de que la magia se escapaba entre tanta edición con pantalla verde y cgi. Hay momentos en que dudas por completo de estar viendo una película del mundo Harry Potter, sobre todo cuando el personaje de Colin Farrell hace magia con su mano (Muy jedi, sí).


Newt Scamander parecía un protagonista carismático antes de ver el metraje completo, pero Redmayne desaprovecha la acción que su personaje ofrece y deja en evidencia lo insulso de su actuación. Lo mismo ocurre con Waterson, aunque esto quizás tenga más que ver con las características que definen a Tina. Fogler y Sudol, sin embargo, son el elemento que da vida a la película. Con la inocencia de Queenie y las ganas de Kowalski de conocer el mundo mágico, además de las interacciones entre ambos, logran levantar un film cuyo reparto no ayuda al progreso de la trama. 

Los antagonistas –o mejor dicho, aquellos personajes con los que peor relación tienen nuestros protagonistas– demuestran una actuación soberbia. La incertidumbre del personaje de Colin Farrell y el misterio en torno al de Ezra Miller te mantienen pegados a la pantalla, siguiendo la historia y deseando saber cómo se desarrollarán sus hilos argumentales. 

He de dar un punto a favor a los creadores de la película por tratar temas como el cuidado y respeto hacia los animales, así como el maltrato psicológico y físico y cuan duro es no aceptarse a uno como es en realidad, con todo lo que ello conlleva. 


En general, Animales fantásticos y dónde encontrarlos se queda anclada en una película entretenida, para pasar un rato y descubrir nuevas criaturas adorables – por muy letales que sean – pero que cae en el olvido fácilmente y no acaba de llegar a las expectativas que tiene uno antes de entrar a la sala de cine. 


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