Título: El chico del origami
Autor: Faith Carroll
Editorial: Click Ediciones
Año: 2016
ISBN: 978-84-08-15569-0
Páginas: 368
Precio: 3,99€
"A pesar de tener solo diecisiete años, la vida de Calíope “Kali” Stocks es complicada: Ver morir a su padre y salir viva de un grave accidente de coche le ha dejado marcas, tanto de forma física como psicológica. Y, si fuera poco, sufre la traición de las que eran sus amigas, volviéndose contra ella en una inusual pelea de bandas, los Cools o populares contra los marginados. Convirtiéndose en la líder de los últimos sin quererlo y con miedo a querer a alguien, Kali siempre se ha refugiado en su familia, sin intención de enamorarse jamás. Pero todo cambia cuando conoce a Shawn Walker en una fiesta clandestina. A partir de ahí los errores, las peleas y los sentimientos se unen, escapando de su control, al igual que lo que le dicta el corazón."
Hacía un tiempo que Click Ediciones nos había enviado esta novela de Faith Carroll, pero no ha sido hasta ahora cuando me dieron ganas de leerla, buscando algo ligero, que me despejara un poco de mis pensamientos y que fuera fácil de digerir.
El chico del origami narra la historia de Calíope —Kali— Stocks, una chica de 17 años que vive con su madre, que trabaja en el museo local y su hermano César, de cinco años, en Springwoods. Lo único que sabemos de este lugar es que está en Estados Unidos, pero no se habla de un estado en concreto.
La trama comienza en la noche de Halloween, donde Kali tiene que acompañar al pequeño César para que su Noche de Brujas esté llena de dulces. Kali no tiene el mínimo interés en disfrazarse ni en hacer nada, salvo estar con sus series. Por otra parte, Meredith —su mejor amiga— terminará convienciéndola para asistir a una fiesta de Halloween clandestina, llena de menores y de alcohol.
Será ahí donde conocerá a Shawn Walker, un desconocido de su misma edad que se interpone entre ella y otro chico que está molestándola. Unos días más tarde, Kali descubrirá que Shawn acaba de mudarse a Springwoods y, lo mejor de todo, que comparten clase. Además, esto no es lo peor de todo. Como en todo instituto, existen dos grupos antagónicos de populares y marginados, pero en el instituto de Springwoods está llevado al extremo, donde están los Cools, liderados por Sabine, y los Dragones, liderados por Kali.
A decir verdad, no me ha disgustado El chico del origami. Toca diversos temas: problemas mentales, inseguridades, bullying, homosexualidad, racismo,... Pero a decir verdad siento que algunos de ellos los ha tocado demasiado superficialmente, sin apenas profundizar, solo para hacer saber que están ahí en la realidad. Y no digo que no esté de más, sino que me hubiera gustado más leer acerca de estos problemas pero con una mayor profundidad.
Sobre la trama, me ha tenido bastante enganchada, te mantiene con secretos que no se resuelven hasta el final y también sabe hacer que el lector quiera terminar de saber qué pasa, no sólo con los protagonistas, sino también con los personajes secundarios.
En cuanto a los personajes, no he logrado empatizar nada con Shawn, el protagonista. Aparecía siempre, hasta en los momentos en los que te dices a ti mismx: "No, aquí no aparece seguro", y al final se cuela hasta por la ventana (literalmente). Me ha parecido casi tan stalker como Eric de Besos entre líneas, salvo que este no era un imbécil. No sé, no me ha aportado nada nuevo. Algunos de los diálogos que tenía con Kali eran solo para llegar a lo que el público al que van dirigidas las novelas de esta temática quiere: el amor o el sexo. Me gustaron bastante los secundarios: Aiden, Merry (Meredith), Chad, César, incluso Haley.
Por otra parte, he de decir que esperaba muchas más cosas que tendrían que ver con el origami. En un principio pensé que habría mucho más juego con eso, debido a la gran rivalidad entre los Cools y los Dragones, pero no. Solo se mencionó un momento y ya. También esperaba una mayor profundidad en las sesiones que Kali tenía con el doctor Hardison, que trataría más sus problemas y que la autora le relegaría más a un papel secundario e incluso casi protagonista, como creí intuir al principio.
También hay otra cosa que no me cuadró muy bien, y es que de Halloween pasan, capítulos más tarde, a unas escenas donde aparecen dándose un baño en un lago en Carroll (donde vive la abuela materna de Kali y César) y, quizá no me percaté bien del estado donde se sitúa Springwoods, pero después de Halloween se me viene a la cabeza noviembre, y si te das un chapuzón en noviembre, lo único que puedes pescar es una curiosa pulmonía. Me descuadró un poco leerlo, nada más.
Por lo demás, la novela no me ha aportado mucho, pero ha cumplido con su función de ser entretenida. Te la recomiendo si quieres leer algo ligero y con toques de romance adolescente New Adult. Por ello, le doy 2,5 tinteros a esta novela de Faith Carroll.
El chico del origami narra la historia de Calíope —Kali— Stocks, una chica de 17 años que vive con su madre, que trabaja en el museo local y su hermano César, de cinco años, en Springwoods. Lo único que sabemos de este lugar es que está en Estados Unidos, pero no se habla de un estado en concreto.
La trama comienza en la noche de Halloween, donde Kali tiene que acompañar al pequeño César para que su Noche de Brujas esté llena de dulces. Kali no tiene el mínimo interés en disfrazarse ni en hacer nada, salvo estar con sus series. Por otra parte, Meredith —su mejor amiga— terminará convienciéndola para asistir a una fiesta de Halloween clandestina, llena de menores y de alcohol.
Será ahí donde conocerá a Shawn Walker, un desconocido de su misma edad que se interpone entre ella y otro chico que está molestándola. Unos días más tarde, Kali descubrirá que Shawn acaba de mudarse a Springwoods y, lo mejor de todo, que comparten clase. Además, esto no es lo peor de todo. Como en todo instituto, existen dos grupos antagónicos de populares y marginados, pero en el instituto de Springwoods está llevado al extremo, donde están los Cools, liderados por Sabine, y los Dragones, liderados por Kali.
A decir verdad, no me ha disgustado El chico del origami. Toca diversos temas: problemas mentales, inseguridades, bullying, homosexualidad, racismo,... Pero a decir verdad siento que algunos de ellos los ha tocado demasiado superficialmente, sin apenas profundizar, solo para hacer saber que están ahí en la realidad. Y no digo que no esté de más, sino que me hubiera gustado más leer acerca de estos problemas pero con una mayor profundidad.
Sobre la trama, me ha tenido bastante enganchada, te mantiene con secretos que no se resuelven hasta el final y también sabe hacer que el lector quiera terminar de saber qué pasa, no sólo con los protagonistas, sino también con los personajes secundarios.
En cuanto a los personajes, no he logrado empatizar nada con Shawn, el protagonista. Aparecía siempre, hasta en los momentos en los que te dices a ti mismx: "No, aquí no aparece seguro", y al final se cuela hasta por la ventana (literalmente). Me ha parecido casi tan stalker como Eric de Besos entre líneas, salvo que este no era un imbécil. No sé, no me ha aportado nada nuevo. Algunos de los diálogos que tenía con Kali eran solo para llegar a lo que el público al que van dirigidas las novelas de esta temática quiere: el amor o el sexo. Me gustaron bastante los secundarios: Aiden, Merry (Meredith), Chad, César, incluso Haley.
Por otra parte, he de decir que esperaba muchas más cosas que tendrían que ver con el origami. En un principio pensé que habría mucho más juego con eso, debido a la gran rivalidad entre los Cools y los Dragones, pero no. Solo se mencionó un momento y ya. También esperaba una mayor profundidad en las sesiones que Kali tenía con el doctor Hardison, que trataría más sus problemas y que la autora le relegaría más a un papel secundario e incluso casi protagonista, como creí intuir al principio.
También hay otra cosa que no me cuadró muy bien, y es que de Halloween pasan, capítulos más tarde, a unas escenas donde aparecen dándose un baño en un lago en Carroll (donde vive la abuela materna de Kali y César) y, quizá no me percaté bien del estado donde se sitúa Springwoods, pero después de Halloween se me viene a la cabeza noviembre, y si te das un chapuzón en noviembre, lo único que puedes pescar es una curiosa pulmonía. Me descuadró un poco leerlo, nada más.
Por lo demás, la novela no me ha aportado mucho, pero ha cumplido con su función de ser entretenida. Te la recomiendo si quieres leer algo ligero y con toques de romance adolescente New Adult. Por ello, le doy 2,5 tinteros a esta novela de Faith Carroll.
~ Laura B.
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