[RESEÑA] Vertical Lines | KRISTEN KEHOE



Título: Vertical lines (The Vert Series #1)
Autor: Kristen Kehoe
Editorial: Autopublicado 
Año: 2015
ASIN: B018OHXPLQ
Páginas: 269
Precio: 12,46 € (Amazon)

"Un artista y una chica lista. Una familia unida y una rota. Ella es adorablemente literal; él es grande y callado. Jordana Richards estaba decidida a ser su mejor versión después del instituto, a pesar de que nada sobre su actual experiencia universitaria fuera elección suya: ni la facultad ni la carrera, y definitivamente no el lugar. Cuanto más intentaba encajar, menos sentía que lo hacía. Hasta la noche en que dijo basta. La noche en la que se fue delante de sus padres y se compró su propia vida. La misma noche que conoció a Brooklyn Novak: un artista de gran tamaño que en general asustaba a todos y parecía tener especial interés en ella. Brooklyn se había quedado sin ideas. No tenía arte porque realmente, sus sujetos no tenían alma. Cuando la chica de la tienda de alimentación caminó en su vida con zapatos de quinientos dólares y malos humos, esto cambió. Jordana Richards: la chica rica con la misión de dar a Brooklyn inspiración para volver a crear."
Volvemos con una nueva reseña literaria, aunque esta vez será menos conocida que My true love gave to me. He tenido la suerte de contactar con el distribuidor de Vertical Lines, la novela romántica New adult escrita por Kristen Kehoe que no ha llegado a España (¿aún?), gracias a Netgalley y después de leerla he pensado que lo mejor era compartir mi opinión sobre ella con vosotros.

En The Vert Series encontraremos varias novelas, cada una de ellas con los diferentes personajes que nos han presentado en Vertical Lines, según pasan los obstáculos que la vida les ha puesto en su camino y sobre todo, cómo van formando una gran familia entre todos ellos que se apoya en cualquier situación, por muy dura que sea.

El primer libro de la saga trata la historia de Brooklyn Novak y Jordana Richards, un artista que ha criado solo a su hermana y ahora sufre un bloqueo artístico y una niña rica que quiere demostrar que es mucho más que una marioneta de su madre. Una noche, en la que Jordan intente rebelarse comiendo algo que su familia no aprobaría, Brooklyn le hace una foto, inspirado después de meses sin ideas para pintar. Por azares del destino sus personajes se volverán a cruzar una y otra vez hasta ser una constante en la vida del otro, que tendrá un papel mucho más importante del que pensaban al principio.

Jordana es una joven inteligente y nerviosa que debido a la educación que ha recibido durante sus años formativos ha estado siempre en un segundo plano, sin poder decir lo que pensaba o actuar como quisiera, para no manchar el nombre familiar. El mismo motivo por el que ahora Jordana se encuentra en una universidad privada y no en Yale, donde quería ir. Si ella fuera a una universidad de las más prestigiosas con beca completa y su hermano no hubiera conseguido ni siquiera plaza en San Diego de no ser por comprarla sus padres, ¿qué pensaría la gente? Sin embargo, está decidida a no continuar en la sombra de Mason - su hermano - y ser su propia persona, y para llegar allí necesitará la ayuda de su compañera de habitación, Nala, y un nuevo grupo de amigos.

Brooklyn es un chico introvertido que no suele hablar mucho. Desde que su padre muriese, él ha sido el encargado de cuidar y criar a su hermana enferma y de apoyar a su madre cuando no puede soportar la presión de la situación —lo cual suele ocurrir constantemente—. Se dedica a plasmar sensaciones con el arte, ya sea digital o sobre un lienzo, y lleva varios meses sin ser capaz de crear una pieza. Todo porque la gente a la que observa no parece tener alma, nada dentro de ellos que los haga destacar entre la multitud.

Hasta aquí no hay nada especialmente novedoso y, para qué mentir, no es una novela que salga de lo común en la literatura contemporánea romántica en cuanto argumento, pero desde el primer capítulo me enganché a la saga gracias a su personaje principal.

Kristen Kehoe escribe Vertical Lines con un doble narrador, siendo éstos los dos protagonistas, y mientras que Jordana me pareció un buen personaje con el que puedes llegar a identificarte, no conecté de tal manera con Brooklyn. Quizás se deba a que no he estado nunca en la mente masculina —evidentemente— pero muchos de sus pensamientos y sensaciones me parecían realmente improbables. Mientras que los nervios y miedos de la chica afloran alguna vez en todas nosotras, tengas unos zapatos de marca o no, el comportamiento de Brooks me resultó más el de un "hombre perfectamente imperfecto al que todas las mujeres desean" que el de un hombre de verdad.

A pesar de la rapidez en la narración, los personajes que tiraban de la trama y un argumento en el que llegas a tener tus dudas sobre como acabarás, hay un par de temas que trata la autora como algo bonito y que a mí me preocupan bastante. Kehoe habla del amor como una necesidad llena de propiedad, y es que en muchas ocasiones antes de que el joven diga que quiere (love) a Jordan, basa su argumento en una necesidad que le arde por la piel, el poseerla y que sea solo suya porque ya no es tan solo su musa, mientras que el personaje femenino lleva esa "necesidad" de un modo más calmado. Quizás sea este otro aspecto por el que no he podido sentirme en paz con el personaje principal masculino.

Sin embargo, aun con ese aspecto —que a mi entender debería cuidarse un poco, demostrar el amor de otra forma— el libro te mantiene enganchado... Hasta que llegas a la mitad. Una de las características del New Adult que lo diferencian del Young Adult por mi experiencia es la adición de escenas de sexo. Y aquí no podía ser menos. Aunque creo que estaba justificado hasta cierto punto, el hecho de que más del el 20% del libro (no exagero, lo he leído y contado en mi kindle) y todo concentrado en el mismo momento - no está dividido por la historia sino todo seguido - hace que pierda bastantes puntos. Porque vale, es necesario meter esa escena, pero cuando es una escena tras otra con más de lo mismo y el argumento no avanza más de dos páginas... cansa.

En definitiva, Vertical Lines es un libro con un argumento un excesivamente dramático en ocasiones, que flaquea en la mitad pero que te atrapa como pocos intentando desvelar las historias de todos los personajes, principales y secundarios, y que hará que te encariñes con todos ellos. Le dejo cuatro tinteros. Continuaré la saga según salgan las próximas novelas, pero intentaré observar esa necesidad imperiosa de estar juntos que tan poco sana me parece.


María R

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